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CONDADO DE HILLSBOROUGH, FL – Un polémico proyecto para desarrollar terrenos tóxicos cerca del Sitio Superfund EIP Sydney/Dover ha generado preocupación entre expertos ambientales y residentes locales. La Junta de Comisionados del Condado de Hillsborough (BOCC, por sus siglas en inglés) discutirá el tema en febrero de 2025. La fecha exacta de las primeras discusiones y la agenda aún no han sido anunciadas.
En el centro del debate está la cuestión de si se debe permitir a los desarrolladores construir viviendas y negocios en terrenos conocidos por estar altamente contaminados. Los críticos argumentan que no existen las salvaguardas ambientales adecuadas ni una planificación de infraestructura suficiente para garantizar la seguridad pública.
Un Pasado Tóxico: La Realidad del Sitio EIP Sydney/Dover
El sitio EIP Sydney/Dover, utilizado inicialmente para la minería de fosfato a principios del siglo XX, posteriormente se convirtió en una instalación de eliminación de desechos químicos líquidos. A lo largo de los años, los residuos peligrosos se filtraron en el suelo y el agua subterránea, lo que llevó a la EPA a clasificar el área como un sitio Superfund, una designación reservada para algunos de los lugares más tóxicos del país.
Según registros ambientales, el sitio aún contiene niveles elevados de materiales cancerígenos y radiactivos, incluyendo:
- Compuestos Orgánicos Volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés) conocidos por causar cáncer y daño a los órganos.
- Benceno, clorobenceno, triclorometano y cloruro de vinilo, todos con graves riesgos para la salud si se ingieren o inhalan.
- Contaminantes radiactivos que superan los 300 CPM (cuentas por minuto), cuyos residuos pueden convertirse en gas radón, una de las principales causas de cáncer de pulmón.
A pesar de los esfuerzos de remediación en los años 90 y principios de los 2000, la contaminación del agua subterránea sigue siendo un problema persistente, y el terreno continúa sujeto a regulaciones ambientales estatales y federales. El área central del sitio abarca 9.5 acres de desechos, con una zona de amortiguamiento de 47 acres y una zona de control institucional de aproximadamente 325 acres donde se mantienen y monitorean pozos de prueba.
Al Sur del Superfund Site
Al sur del sitio Superfund y de las vías del tren se encuentran los estanques de sedimentación, conocidos como “settling ponds,” utilizados anteriormente para la eliminación de aguas residuales contaminadas durante las operaciones industriales. Esta es la zona en disputa, donde los desarrolladores planean construir hasta 1,200 viviendas dentro de un plan de desarrollo de uso mixto.
Los críticos señalan que el área no ha sido remediada ni monitoreada adecuadamente por el condado, el Departamento de Protección Ambiental de Florida (FDEP) ni la EPA. La falta de garantías por parte de estas agencias ha generado desconfianza en la comunidad y ha convertido el asunto en un debate político y ambiental cada vez más candente.
Según declaraciones de activistas y de ingenieros ambientales que han investigado el caso, si los residuos tóxicos del sitio Superfund alcanzan el acuífero, la propagación de materiales peligrosos podría extenderse a un área mucho mayor.
Sin embargo, la ingeniera ambiental que analizó el caso en nombre de The People’s Olive Branch advirtió que, sin pruebas adicionales, no se puede determinar con certeza qué tan grave es el problema ni a favor ni en contra del desarrollo.
El Plan de los Desarrolladores: ¿Qué Está en Juego?
Los desarrolladores y algunos funcionarios del condado argumentan que levantar la prohibición del desarrollo residencial permitirá el crecimiento económico, trayendo nuevas viviendas, negocios e infraestructura a la zona. Sin embargo, los expertos ambientales advierten que esto podría exponer a los futuros residentes a graves riesgos para la salud.
Actualmente, el sitio tiene restricciones que prohíben el desarrollo residencial y educativo, lo que significa que no se pueden construir viviendas, escuelas ni guarderías en el terreno contaminado. También se prohíben las excavaciones para evitar la alteración del suelo tóxico.
La propuesta ante la BOCC busca eliminar estas restricciones y permitir el desarrollo bajo ciertas condiciones. El plan incluye:
- 1,200 viviendas (en lugar de las 1,900 inicialmente propuestas) en 475 acres al este de las vías del tren.
- Desarrollo comercial al este de las vías del tren Turkey Creek y viviendas al sur.
- Reducción de la densidad habitacional de cuatro a tres viviendas por acre.
- Un solo acceso vial en Dover hacia Copper Ridge, lo que genera preocupaciones sobre tráfico y seguridad.
Riesgos para la Salud Pública, el Medio Ambiente y la Infraestructura
Los críticos argumentan que, dado que solo se ha evaluado el 10% del terreno de 3,000 acres, es necesario realizar una evaluación ambiental más profunda para determinar el alcance total de la contaminación antes de proceder con el desarrollo. Advierten que la contaminación podría propagarse a través del acuífero, lo que dificultaría cuantificar los riesgos para las comunidades locales.
Más allá de las preocupaciones ambientales, los residentes y críticos sostienen que la falta de infraestructura adecuada representa un desastre para las comunidades locales. El plan de desarrollo no parece incluir medidas suficientes para abordar la congestión, el acceso de emergencia o la sobrecarga en los servicios públicos.
La propuesta depende de una única vía de acceso, lo que podría generar serios embotellamientos y dificultar los tiempos de respuesta en emergencias. Además, las carreteras y servicios públicos actuales en la zona pueden no estar preparados para manejar el aumento en la densidad poblacional, lo que agravaría aún más los riesgos para la seguridad pública y la calidad de vida.
“Si permitimos que esta tierra se desarrolle sin las salvaguardas ambientales y la planificación de infraestructura adecuadas, básicamente estamos creando un desastre de salud pública y logístico”, afirmó un activista local.
El Otro Lado del Argumento
The People’s Olive Branch consultó con una ingeniera ambiental y abogada, quien declaró que el argumento no es tan claro como se presenta, señalando que “los datos existentes no reflejan el alcance total del terreno en cuestión, lo que complica el debate en ambos lados.” Destacó que “la BOCC y las agencias reguladoras deberían llevar a cabo un monitoreo adicional e inspecciones antes de votar para aprobar estas medidas.” Agregó que una mejor supervisión e inspección antes de dicha aprobación ayudaría al público a comprender mejor el alcance de los riesgos para la seguridad y si será necesaria una mayor remediación durante el desarrollo.
La ingeniera ambiental y abogada es miembro colaborador de Shine the Light, una organización que trabaja para promover la transparencia y el cambio en el condado de Hillsborough y sus alrededores.
¿Qué Sucederá a Continuación?
La Junta de Comisionados del Condado (BOCC) tendrá otra reunión el 5 de febrero de 2025. Aún no se ha determinado si este tema estará en la agenda. Los críticos argumentan que la BOCC ha proporcionado muy poco tiempo para que los residentes se informen sobre los puntos de la agenda y se organicen antes de las múltiples reuniones de febrero. Los defensores del medio ambiente están instando a los residentes a asistir a estas reuniones y expresar sus preocupaciones antes de que los comisionados tomen una decisión.
Si bien los desarrolladores sostienen que eliminar las restricciones fomentará el crecimiento económico, los opositores advierten que los riesgos de permitir un desarrollo sin regulación en un sitio potencialmente contaminado superan con creces los beneficios. Además, los residentes de las áreas cercanas argumentan que la falta de infraestructura adecuada no es suficiente para el alcance del desarrollo que se planea aprobar. Sin un plan sólido para carreteras, servicios públicos y de emergencia, temen que la comunidad enfrente una grave congestión, una reducción en la seguridad pública y un deterioro en las condiciones de vida.